COTIDIANO



Las fotos como siempre de ROBIN1811

Todos los sueños por pequeños que sean son válidos, hasta los sueños que no me gusta que la gente sueñe. 
No nos hagamos los pendejos, aveces soñamos cosas que no aportan nada conjuntamente...sueños egoístas. Esos sueños abundan en sociedades individualistas y divididas y aunque me cueste reconocerlo y aceptarlo esos sueños son también válidos para algunos.
la gente sueña con ir a Europa, con una liposución o tener éxito, con un Nobel, que se yo! 

yo sueño (entre otras cosas) con siempre poder viajar por las carreteras de Colombia, por los Montes de María o poder por fin recorrer el Pacífico colombiano y ver ballenas mientras voy averiguando por los sabores que me lleven a la raíz de nuestra historia culinaria.

Obvio soy actriz y también sueño con ganarme un Oscar y defiendo  a capa y espada mi derecho al ejercicio de mi propio sueño (eche y entonces!)
si vamos a soñar soñemos en grande si no, pa´qué?

Cada rincón de este país parece otro país pequeñito,habitando y coexistiendo dentro de un gran todo. Por ser así como somos y por esa propensión mía a estar observando más de la cuenta es que me pregunto muchas veces 

¿Qué comemos los colombianos? y
¿Qué dinámicas sociales están sujetas a nuestra dieta?

A nuestra tradición culinaria la sustentan: el arroz de aceite, las tajadas amarillas, las marranitas caleñas, cicharrones, la mazamorra chiquita, el mote, higadete, asadura, la hicotea en zumo de coco, carne en bisteck, las empanadas de pipian, cuy asado, armadillos, guartinajas y zainos, el bleo, los sancochos... esos mismos que el nefasto y corrupto Abelardo de la Espriella desprecia y considera potajes carcelarios, vaya payaso de mal gusto!! (tenía que decirlo)

Pero bueno aterrizando mi pregunta porque lo que le acabo de mencionar corresponde a la tradición ancestral y otra vaina es lo que usted diariamente traga en su casita cierto?
Vamos a reducir el espectro y reformando el interrogante, queda así:
¿Qué comemos los colombianos en la casa? 

Piense en su casa  y en esas tradiciones propias afincadas en su cotidianidad, la pregunta se sigue reduciendo: 

¿Qué come usted en su casa?

Las reflexiones que me  puede generar el "diario" parten de la simpleza que creo inherente a los actos humanos, somos seres rituales llenos de actos simples que deciden por alguna extraña razón complicarse la vida...

si lo analiza bien, toda nuestra vida podría llegar a ser un conjunto de actos simples y porque no eliminar la doble intención con el otro, con el uso de las cosas y del tiempo: bañarse, hacer café, preparar huevos revueltos, dañar un soufflé, hacer galletas e ir al mar...todo sujeto a la simpleza misma de las acciones que nos permiten vivir, no sé si ser felices y no es mi punto de discusión pero si vivir y con eso ya es bastante. 

sin embargo, creo que si existe la delgada línea entre lo simple y lo automático de nuestra cotidianidad. La racionalidad es lo que quizás nos devuelve a ser seres que pasan de lo ritual al modo autómata e insisto la cocina no tiene nada que ver con procesos tipo maquina a pesar de incluso ser siempre: arroz , carne y tajadas al almuerzo, la intención hace del acto una cuestión simple o un total complique. 
Vamos en modo automático por un mundo que nos necesita más sensibles incluso a la hora de ser productivos.


Esta vez no hay receta pero me gustaría crear en quien me lee la posibilidad de reflexión y porqué no devolvernos a eso tan simple que nos hace felices como el arroz blanco que cada medio día nos acompaña, comer bien es un acto de amor con nosotros mismos pero comer lo que nuestra tradiciones nos da es un acto de honestidad tan intenso emocionalmente como las cosas que se hacen por amor. 
Defender nuestro pedacito de tradición es un acto de valentía entre tanto Macdonald y macarrones con queso listos para hacer.
suerte en la tarea!


Sábado de mercado en Villa de Leyva.



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