Si hay algo que amo en la cocina es preparar cerdo, soy de esas cocineras que puede pasar horas contemplando en la carnicería cada pedazo de panza y papada para saber de donde va a salir el mejor chicharrón, mi carnicero ya me conoce y cuando me ve llegar se ríe y me ofrece un tinto porque sabe que la cuestión va para largo.
El cerdo es un universo, es un animal maravilloso, es tierno, inteligente como un perro y astuto como un zorro.
Si te ocurre darle confianza se te come una mano pero llegan a establecer muy buena relación con los humanos mientras no se les invada el espacio y tengan comida.
Es absolutamente delicioso y cuando se le trata bien y con respeto da una de las mejores carnes para el consumo humano. Resalto BIEN y con RESPETO porque los animales que sirven para nuestra supervivencia merecen el mejor trato entendiendo su noble labor y sacrificio.
No es cuento, un animal que muere estresado y ha tenido mala vida da una carne con un sabor mucho mas acido que lo normal y si se trata de comer los riñones que provienen de estos animales es imposible cocinarlos y no encontrar olores a orines si el animal no tiene una buena muerte.
Puedo preparar: porchetta, cochinita pibil, cañon negro de cerdo (receta original de Rebelchef) pero mi pieza favorita sigue y seguirá siendo el noble costillar.
Les dejo mi receta de hoy... no apta para veganos, opps!
Ingredientes:
1 kg de costilla de cerdo
Sal marina
Bicabornato de sodio
Aceite de ajonjolí o sesamo
Miel (maple, sirope, agave...whatever miel!)
Romero fresco
Pimienta negra
Preparación:
Primero abra una cerveza... es para usted y ahora sí a cocinar!
Rebane las costillas y y limpie la piel, en una olla con suficiente agua cocine las costillas con un poco de bicarbonato y sal hasta que se reduzca el agua, por lo menos 20 min. El bicarbonato hará que la grasa de las costillas ( y chicharrones, en su momento) se vuelva crujiente.
Seguido retire las costillas del agua, agregue mas sal y pimienta, marine con aceite de ajonjolí, romero y miel. lleve al horno por 40 min a 180 grados centígrados.
Van a estallar un poco, es la magia sonora de la cocina y los cambios de la materia...principios básicos de la vida así que no las cubra con papel aluminio...mas bien relájese y prepare una buena ensalada y papas para acompañar.
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