Palenque. ( escrito el 16 de julio de 2018)
Hoy es el día de la Vírgen del Carmen.
Por muchas esquinas pase el día de hoy recordando procesiones, viendo velones encendidos, escuchando vallenato y champeta y entendiendo que eso es lo que somos y que nos hace tan diversos.
Hoy recorría San Basilio de Palenque y mi conclusión al final del día es que eso que nos hace diversos es justamente lo que nos une y nos empodera.
Llega la época del BLEO y todo reverdece...los tambores se combinan con el aroma del sancocho de gallina criolla y a los lejos las niñas se peinan...
El pueblo se cocina y se vive a un ritmo distinto y huele a coco!!
No pasa nada y no hace falta que nada o algo pase...el tiempo lo marcan el azul del cielo y el sonido del arroyo, el andar de un burro cargado de leña y el swing que tienen las palenqueras cuando caminan y gritan de patio a patio preguntando que se hizo de comida en la casa ajena.
No es la ciudad y su apremiante necesidad de movimiento.
Palenque juega con el tiempo.
La musica habita las cocinas y mientras ellas preparan un arroz de coco con frijoles negros ellos cantan y marcan " la clave" con las fichas de un dominó.
Puro realismo mágico...Gabo tenía razón.
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