Cacao, regalo de los dioses.

camino a los Montes de María

La tradición culinaria de los pueblos originarios de centro y sur América agrupa costumbres que se han ido popularizando; es satisfactorio entender que no solamente el público ve nuestras tradiciones y costumbres alimenticias desde los bordes de la turistificación y exotización pues es claro que a nivel mundial productos como el cacao y especialmente el chocolate son considerados complemento dietario y medicinal.

No todo lo cabe dentro de la tendencia a masificar y volverse industria, también persiste la necesidad humana por compartir y desde la pequeña empresa contribuir a un sentir colectivo y el llamado es a la salud y el cuidado natural. 

El cacao y el chocolate se ven día a día atravesados por las dinámicas consumistas de un mercado que todo lo hace moda y por políticas agrarias que profundizan las brechas sociales que nos hacen desiguales. Sin embargo, para personas como yo, herederos de una tradición ancestral y para comunidades enteras el cacao y chocolate siguen siendo un regalo de los Dioses, no solo un producto para explotar la tierra. 

El cacao nos enseña sobre la paciencia y la persistencia, es un producto generoso y sobre todo muy saludable.

Cada vez más personas a nivel mundial consumen cacao por su valor nutricional y las bondades con el sistema nervioso pero lo que muchos no saben es qué es mejor consumir semillas de pequeños productores o comercializadores (sigue: @the_rebelcheforg) no es un secreto que en varios países de África los cultivos ya son extensivos y las condiciones laborales cuestionadas.

granos de cacao de orīgen criollo, Cosecha Guachené, Cauca.

Yo comercializo cacao orgánico colombiano y desde hace dos años vengo tejiendo redes que con la reciente situación mundial se empiezan a hacer sostenibles por una sencilla razón: es importante tu salud y los productos de RebelChef son asequibles y pensados para proporcionar bienestar. Amo la nutrición holistica y para mí es un placer enseñar. 


Tomando el camino de retorno a mí misma me reencuentro con el cacao y con hábitos que me permiten una vida mucho más tranquila. Investigando y buscando entre ingredientes voy teniendo la oportunidad de visitar otras culturas y países que se parecen al mío, no fue gratuito detenerme hace algunos años en los ajíes y el cacao y aprender tanto de la cultura MAYA. En una época de mi vida tuve que asumir la coordinación de un sitio destinado a hacer solo chocolate… y nadie en ese momento entendía lo importante que era tener chocolate con maíz en el menú! o chocolate relleno de chile negro y chivato...en fin los tiempos cambian, las modas también. 

Muy simpático era ver la cara de la gente, incluso local, cuando yo les decía que el chocolate no era esa barra en una bolsita bañada de tinturas.  

Me siento feliz y no es solo porque como más de 30 gr de cacao al día, y mis sistema nervioso lo agradece, es porque mi mundo culinario crece y RebelChef  me permite hacer lo que amo hacer todos los días de mi vida. Estoy muy agradecida.


Pan boule de nibs de cacao y chocolate al 70%



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