Sur de Bolívar, poder ancestral.

Qué fortalece a una comunidad?

Qué es lo comunitario? Será el mismo concepto en todas partes y su connotación se podrá aplicar de la misma manera a todos los grupos sociales?

Coyongal / puerto gastronómico

Viajando he podido encontrar varios significados de lo que asumimos los seres humanos por comunidad, todos validados desde del contexto y ninguno preponderando sobre otro. En mi trabajo como investigadora y documentalista de la gastronomía encuentro una posibilidad poderosa: la inmersión social, sumado a esto, la fotografía documental de autor ha sido mi soporte, mis ojos y mi excusa para el recuerdo o la creación de memoria colectiva. Somos ese pueblo que veo a través del lente y somos también eso que escribo, somos un montón de sabores que aun se esconden en la selva o en las montañas del bosque tropical, el páramo y el mar.

Yo voy a donde sé que existe conocimiento ancestral, acepto ir a lugares estigmatizados que la gente no quiere pisar porque he descubierto que la paz llama a la paz. Me gusta ir a decirles que soy yo la que llego a aprender y no la que llega a enseñar, las comunidades me han hecho ser y me han enseñado a vivir siempre en busca de la felicidad y el bienestar, solo puedo estar agradecida por permitirme hacer lo que amo. Ver como se abre el río Magdalena y saber que toda esa naturaleza es también mía me hace sentir en paz con lo que decidí para mi camino de vida, ser cocinera, artista y escribir.

Porqué recorrer el territorio (7 horas en chalupa) para llegar a lugares recónditos donde la violencia todavía es ley? porque tenía que darme la oportunidad de conocer a las mujeres poderosas que habitan las riberas del Magdalena, porque necesitaba ver recetas que jamás me hubiesen contado al pie de la letra en la ciudad, porque tenía que ver con mis ojos la Serranía de San Lucas, una de las maravillas de la geografía colombiana y extremo norte de las cordillera central. Además, porque quería conocer el pico San Lucas y saber si de verdad era tan alto como me contaban, quería saber que era un tapón de río, saber como estaba afectando la inundación anual los cultivos y la economía de la zona, quería probar la chauna chavaria y los patos en sumo de coco... quería vivir mi territorio y además escribir y retratar esta esquina del mundo.

El sur de Bolívar es poderoso y estoy absolutamente maravillada con todo lo que encontré, tanto que creo que ya puedo empezar a escribir el segundo libro! (realizando este artículo me enteré que la Fundación FORD y la Corporación Cabildo me otorgan el incentivo a la creación literaria, solo puedo decir: Gracias!!!)

A día de hoy, 23 municipios del sur de Bolívar permanecen en estado de alerta e inundados, afortunadamente el gobierno departamental y la unidad nacional de riesgo ya están en la zona atendiendo la emergencia. Son ciento de familias, hectáreas de cultivos, maquinaria y animales los que se han perdido y esto ocurre todos los años unas veces con más afectaciones que otras pero es la fuerza imparable de la naturaleza y lo pude corroborar con mis ojos. Es la fuerza que se manifiesta contra la contaminación del río, contra el transporte de carbon por el magdalena, contra la contaminación que generan los hidrocarburos que siguen usando para procesar la coca, contra la sedimentación de algunas zonas, contra la falta de educación ambiental y manejo del plástico pero sobre todo contra la falta de atención histórica a comunidades indigenas y afros arraigadas en el sur del departamento de Bolívar.

El río cuenta cosas, relata un pasado que nos tocó las fibras de la seguridad y la convivencia. El Magdalena es nuestro "tercer mar" y en esta zona se comunica con el río Cauca y San Jorge, viaja por casi toda Colombia en un entramado de deltas, ciénegas y lagunas que se intercomunican dejando en las orillas poblaciones con un conocimiento místico, ancestral, único e invaluable. Hay que viajar, y no solo a Europa, no solo a cruceros por el mediterráneo, hay que viajar y enterarse como anda nuestro propio mundo, que somos en otros lugares que también nos pertenecen y apreciar la cosmovisión nativa e infinita que nos devuelve ápices de conocimiento puro. Hay que ser más, mucho mas rebeldes!