Hace un tiempo deje de pensar que la MATRONA es una mujer de cierta edad que con canas, cocina y reparte conocimiento ancestral y pese a que esto pueda causar revuelvo el concepto de matrona viene del matriarcado y del poder que encarna una mujer que sabe mandar, enseñar y reproducir conocimiento patrimonial, por lo tanto creo que si existen las "nuevas matronas" y son tan dignas de admiración como las que abiertamente se reconocen por su edad.
No tengo que hacer mucho esfuerzo para recordar a tantas mujeres que han pasado frente a mi y con las que he tenido el placer de hablar sobre nuestra tradición y costumbres culinarias, incluso mi ciudad esta llena de mujeres que sin importar la odiosa estratificación social se toman el trabajo de guardar celosamente recetas, formas de trabajo y la ritualidad que implica todo lo concerniente a eso que llamamos patrimonio.
Yo soy una de esas matronas, la señora Susana en el barrio Los Caracoles es una matrona, la tía que te espera un domingo con el sancocho lo es también, la modista de toda la vida es otro ejemplo y así, haciendo un ejercicio honesto con el concepto empiezan a salir una cantidad de mujeres con historias de vida que hacen parte de un tejido social que se construye todos los días. La matrona no solamente cocina, se diversifica y es pilar de conocimiento.
Como sabedoras de su oficio, hacen respetar los elementos que componen su quehacer y si bien es cierto que cada vez más las ciudades tiene menos matronas la fortuna de tener cerca la provincia me permite ver que en los pueblos se sigue repartiendo la tradición y ser matrona es algo que se sigue heredando porque también persiste una dinámica particular: no todas las mujeres están interesadas en ser matronas y eso es tan válido como querer serlo.
Nuestro patrimonio está en riesgo por otras variables tanto externas como internas que lo hacen tambalear pero la herencia del matriarcado no es negociable a pesar de lo machista que pueda ser nuestra sociedad. A las matronas las seguirá reinventando el tiempo y las diversas necesidades comunitarias que casi nos obligan a pertenecer a algo y tener pasado.
No somos mas que tierra y tiempo...
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